Decidir por energías renovables hace 18 años era una apuesta. Una apuesta que incluía la posibilidad de perder. Maygmó apostó por la energía solar en 2003 y desde entonces ha instalado todas las placas solares que ha podido, utilizando al máximo las superficies disponibles en su edificio.

Hoy podemos respaldar con datos que nuestra ha puesta ha contribuido desde entonces a ralentizar los efectos del cambio climático.
De acuerdo con los estudios realizados por la interesante organización RethinkX quienes han analizado en detalle las implicancias de los cambios a nivel global que producirán las disrupciones tecnológicas en áreas claves para el desarrollo de la humanidad como lo son la energía, el transporte y la alimentación; podemos decir que, por primera vez en mucho tiempo, estamos frente a un escenario posible para revertir las implicancias negativas del cambio climático. Esto es una noticia fenomenal.
Desde Maygmó nos esforzamos en transmitir estas buenas noticias y dar a conocer desde diferentes puntos de vista los innumerables beneficios de utilizar energías renovables. Uno de ellos, de los más importantes, es el precio cada vez más reducido al que la energía se puede producir. De acuerdo con lo comentado en el artículo que compartimos en este link, las energías renovables han sido las más baratas en el 2020.
Así veremos como dentro de muy poco las energías renovables, solar, eólica junto a los sistemas de almacenamiento desplazarán a las fuentes de energía de carbón, petróleo y gas. Los coches eléctricos y autónomos transformarán el actual sistema de transporte y dentro de poco el sistema de transporte como servicio revolucionará nuestra forma de movilizarnos TaaS (Transport as a service). Por otro lado, la fermentación de precisión y la agricultura celular producirán una disrupción en el mercado de la carne, la leche y otros productos animales.

El nuevo informe de RethinkX: Rethinking Climate Change, analiza la oportunidad de que estas disrupciones puedan revertir los efectos del calentamiento global para 2035.

¿Qué necesitamos para que esto ocurra? Que cada uno de nosotros apueste por el desarrollo de nuevas tecnologías, por energías renovables. Y decimos apueste, cuando en realidad deberíamos decir, se decida, pues esta elección, de apuesta, tiene muy poco, pues el beneficio y la ganancia de apostar por este tipo de tecnología, está asegurada y respaldada por datos reales.